Para Guillermo Roz la palabra bien narrada es un registro profesional, que consigue que los acontecimientos ordinarios se vuelvan extraordinarios cuando son contados.
Un verdadero escritor no debe luchar contra ningún fantasma de los que lo acechan sino escucharlos y sacarle partido a las historias que le cuentan. Soy un enamorado de mis dolores porque son los que me han dado letras para mis canciones, para mí novelas. No he naufragado, no he volado en ningún globo y tampoco di la vuelta al mundo. Mi vida es de lo más pedestre, soy vegetariano y soy un tipo bastante aburrido digamos. Sin embargo cuando reconquistó la tierra de mi propio pasado veo que al contarlo, los hechos ordinarios se vuelven extraordinarios gracias a la palabra bien narrada. Creo que esto es lo extraordinario de la literatura, que transforma, gracias a un registro profesional y artístico, la realidad en arte.
Gran parte de mis novelas le deben a mi propia vida aventuras y anécdotas que por supuesto yo voy transformando. Es como aquel gol de mi querido Racing que fue a 25 metros y con el tiempo era de la mitad de la cancha, más o menos es así es así mi trayectoria literaria.
Extracto de entrevista a Guillermo Roz, en Conocer al Autor.